lunes, 5 de abril de 2010

La directora de los Juegos Sudamericanos es yudoca

Curiosa noticia sobre la directora de los recién celebrados Juegos Sudamericanos. Alicia Eugenia Vargas Restrepo fue secuestrada a los cinco años de edad. Al ser liberada se aconsejó que practicara deporte. Así fue como se convirtió en yudoca y comenzó su carrera deportiva.


EL COLOMBIANOAlicia Eugenia Vargas Restrepo

Honestidad, ética y ejemplo son vitales para Alicia

La directora de los Juegos Suramericanos confiesa que sobrevivió a ellos por la pasión que siente por el deporte, por los atletas por los que toda la vida ha trabajado y por la cultura de la legalidad con la que rige su vida

Lilliana Vélez De Restrepo | Medellín |

Aunque lo ha tenido, confiesa que no le gusta el poder, sobre todo las vicisitudes que de éste se derivan. "El poder mal utilizado desfigura, no es genuino", afirma Alicia Eugenia Vargas Restrepo.

Y aunque durante los últimos meses fue poderosa como directora de los IX Juegos Suramericanos, "todos los días oraba por no abusar" y "utilizarlo solo para tomar decisiones".

Decisiones casi siempre difíciles, sobre todo en medio de una dirigencia deportiva marcada por un fuerte machismo, donde a muchos no les gustó que llegara una mujer a mandarlos.

"Mi propósito no era mandar a nadie sino hacer cumplir el reglamento olímpico. Siempre aplico la cultura de la legalidad porque para mí la ética y el ejemplo son vitales en todo", afirma esta dirigente.

Recuerda entonces cómo su abuela, quien la crió desde los 19 meses de edad, le inculcó siempre la importancia de ser honesta "y decir la verdad cueste lo que cueste. Me recalcaba lo importante que era, así se sacrificara la paz o el amor. Ante todo, honestidad, ética y rectitud".

Así ha sido siempre, en su trabajo y en su hogar. A tal punto, que ni siquiera durante las justas aprovechó su cargo de directora para tener preferencias con su familia. "Mucha gente se enojó conmigo porque no les di boletas para la inauguración. A mí solo me dieron dos y con ellas entré en compañía de mi hija. A mi esposo le tocó conseguir su boleta y hacer fila como todos los demás. Y también las hizo para ingresar a los deportes de su preferencia".

Su impecable manejo de los Juegos, y de un presupuesto de 350 mil millones de pesos le significó no solo el agradecimiento de cientos de compatriotas, sino también del Comité Organizador de los Olímpicos de Río.

"El nombramiento para los Olímpicos de Río destaca mi capacidad administrativa, el criterio que tuve y la toma de decisiones", explica Alicia. Y agrega que esto se logró gracias al equipo de trabajo que tuvo a su alrededor.

Confiesa que sobrevivió a los Juegos por la pasión que la rige y con la que asumió el cargo, por su amor al deporte y por los atletas por los que toda la vida ha trabajado.

Terapia de vida

Y es que esta joven directora ama el deporte desde los seis años de edad, cuando su familia la llevó a la Liga de Judo en busca más de una terapia que de una formación atlética.

"A mí me secuestraron durante un año cuando tenía cinco años. Luego de mi rescate, muchos opinaron que lo mejor era que practicara algún deporte", recuerda la judoca.

Agrega entonces que fue la mejor decisión que pudo tomar su familia. "Allí encontré mi vida, a mis amigos del alma, el trabajo en equipo y la disciplina".

Aprendió a superar sus temores y no solo se volvió muy buena competidora de alto rendimiento sino que aprendió a expresar su opinión.

"Vi que como deportistas no podíamos estar en la toma de decisiones. Yo quería opinar y no se podía. Creo que este es un error de nuestro sistema", anota Alicia Eugenia.

Pronto fue presidenta de un club de Judo y luego de la Liga. Y fue precisamente su afán de poder opinar y hablar por otros lo que la llevó a estudiar Derecho.

No solo ha litigado, sino que se casó con un abogado al que define como "un hombre evolucionado" y de quien se reserva su nombre por un pacto que hicieron para que mientras ella ejerza en el campo público, su vida privada siga siendo privada.

Así es esta mujer apasionada, que no deja su deporte por nada del mundo, que se confiesa nula en la cocina, una gran bailarina y a quien su abuela, desde el cielo, le sigue los pasos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu opinión. Siempre será valiosa para que sigamos creciendo. Sé claro y procura ser constructivo

Código de seguimiento