miércoles, 27 de octubre de 2010

Un taxista tira a un ladrón y un vecino lo reduce aplicando ne-uasa

En una salidera le había robado US$ 10 mil a una mujer. Fue ayer en Caballito. La víctima había retirado el dinero en un banco cercano. Al ver lo que pasaba, el taxista encerró a la moto. Y otro hombre, tras una breve lucha, logró inmovilizar a uno de los ladrones.


Los que vieron la paliza que recibió el ladrón tras el frustrado intento de robo decían, sin esconder cierto orgullo, que el muchacho se va a acordar por mucho tiempo de los vecinos de Caballito. Todo comenzó alrededor del mediodía de ayer en Díaz Vélez al 5500, cuando dos hombres en moto atacaron a una mujer que acababa de sacar dinero en un banco y le arrancaron el bolso. El golpe parecía consumado pero un taxista los encerró cuando huían y cayeron de la moto . Un ladrón logró incorporarse y huir. Pero el otro fue atrapado por gente que pasaba y empezaron a golpearlo. Cuando se zafó, corrió unos 50 metros. Pero se topó con un hombre de 57 años que le hizo una toma de judo, lo dominó y lo retuvo hasta que llegó la Policía.

Amelia es una vecina del barrio que vio todo porque justo estaba paseando a sus perros. Eran alrededor de las 12.20 y ella conversaba con el portero de un edificio cercano a la esquina de Díaz Vélez y Virasoro. “La señora dejó su coche acá al lado, en su estacionamiento, y salió caminando hacia su casa que está a unos metros. Ahí veo que un tipo la agarra del cogote y la tira al suelo. Quería gritar ‘¡eh, eh, soltala!’, pero las palabras no me salían de la boca”, contó.

La víctima es una mujer de unos 48 años. Según los vecinos es docente y vive en un edificio de departamentos de la cuadra con sus dos hijas. Dicen que ayer había retirado 10 mil dólares en un banco de la zona . Los dos ladrones la habrían seguido desde ahí y cuando salió de la cochera donde guarda su Fiat Uno (ubicada en Díaz Vélez al 5500, a unos 20 metros de su edificio), un ladrón se bajó de la moto, la golpeó y le arrancó la cartera donde llevaba el dinero .

Los gritos de Amalia, parada a unos pocos metros, pusieron en alerta a varios vecinos. Pero fue un taxista que iba por Díaz Vélez el que frustró el escape. Varios testigos coincidieron en que el chofer encerró a la moto y tras una maniobra brusca, los dos motochorros se cayeron . “Yo vi que el taxi les pegaba un topetazo y ahí varios agarraron a uno de los ladrones. Entonces, el ladrón le gritaba al que manejaba la moto ‘quemalos, quemalos’, pero el otro salió disparado por Díaz Vélez y lo dejó solo”, contó Amalia.

Lo cierto es que tras la maniobra del taxi, el conductor de la moto se fugó y el otro ladrón quedó solo para esquivar los golpes de algunos vecinos. “Lo agarraron y le dieron hasta patadas”, contó Alejandra, empleada de una farmacia que está en Díaz Vélez y Virasoro.

Tras el incidente, la víctima del asalto (que recuperó la cartera con el dinero, abandonada por los ladrones) fue asistida en ese lugar. “La señora ni hablaba. Estaba golpeada pero no tenía heridas. Nosotros la sentamos, la tranquilizamos y después vino un familiar a buscarla”, dijo.

Mientras, el ladrón atrapado logró zafarse y empezó a correr. Cruzó Díaz Vélez, tomó por Virasoro y ahí se topó con un hombre sumamente atlético, que fue quien lo retuvo definitivamente hast la llegada de la Policía.

“Yo había visto todo de lejos, vi cómo la moto huía y cómo lo golpeaban. Cuando se zafó de la montonera de gente que le pegaba corrió hacia donde yo estaba y lo seguían cinco de atrás.

No tenía arma así que cuando pasó al lado mío lo agarré del cuello, le crucé una pierna y lo tiré al suelo ”, contó Alberto a Clarín . El hombre tiene 57 años, sabe judo y karate. “Para agarrarlo usé más judo que otra cosa”, aclaró.

El hombre tomó al ladrón del cuello, lo llevó unos metros en dirección a Díaz Vélez y ahí le hizo una llave para que no escapara. “No tengo nada contra él pero a mí me habían robaron el reproductor de CD del auto el viernes y me puse en el lugar de la mujer, no me gusta que pasen estas cosas”. El dice que el ladrón iba bien vestido y le hablaba con una dicción impecable.

“Me decía, ‘amigo, soltame’, pero cuando lo aflojé un poco se trató de escapar y nos revolcamos varios metros” .

Una vez que tenía dominado al ladrón, Alberto dijo que su preocupación eran los golpes de otros vecinos.

“Yo trataba de no pegarle pero mientras lo tenía le tiraban patadas en el suelo. Incluso me ligué una en el brazo”, dijo .

Tras la captura, retuvieron al ladrón hasta que llegaron policías de la comisaría 11a. El joven (de aproximadamente 28 años) quedó detenido ahí, a disposición de la fiscalía.

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